Se define como un persistente, anormal e injustificado miedo a los
gatos. La persona con esta fobia no soporta tener cerca a uno de estos
animales. También se conoce como elurofobia.
Es una fobia muy común. En algunos casos, la fobia se limita a los gatos
negros. Frente a un gato,
las personas con ailurofobia pueden comenzar a sudar, tener dificultades
respiratorias e incluso tener un ataque de pánico. Mucha gente sufre de
este tipo de fobia y se siente incomprendida, ya que los gatos son
animales normalmente inofensivos y gran cantidad de gente disfruta con
su compañía. El miedo puede remontarse a una mala experiencia con un
gato en la primera infancia, una edad impresionable donde un pequeño
rasguño de un animal que intentaba defenderse de las manecitas inquietas
del niño lo deje a éste marcado sensiblemente.
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